A veces, el desarrollo de un niño puede incluir dificultades para hablar o tragar desde una edad temprana.
La logopedia ofrece muchas soluciones, como mejorar la expresión verbal del lenguaje o la articulación y proporcionar una forma de vida más cómoda.
En esta publicación, cubrimos las diferentes formas en que un niño puede beneficiarse de la terapia del habla para que pueda ayudar a fomentar una vida de comunicación clara y efectiva para su hijo.
5 beneficios de la logopedia
La terapia del habla se refiere al entrenamiento profesional y facilitado del lenguaje y las habilidades sociales.
Algunos enfoques comunes incluyen ayudar a los niños a pronunciar ciertas letras, hablar o entender palabras con claridad y consumir alimentos con facilidad.
Estas prácticas y enseñanzas pueden mostrar una mejora positiva y transformadora en la vida de muchos niños, incluidos aquellos que tienen síntomas no verbales o autismo.
Estos son los cinco principales beneficios que puede proporcionar la terapia del habla:
1. Comprensión del lenguaje corporal
Observar a los demás ayuda a desarrollar una comprensión del lenguaje corporal.
Estas habilidades son necesarias para comunicarse con los demás a través de las expresiones faciales, la postura, los gestos y las posturas.
Si un niño no aprende naturalmente a identificar y practicar estas interacciones, la terapia del habla puede ayudar.
Por ejemplo, la terapia del habla puede enseñar a los niños con autismo a identificar el lenguaje corporal.
Reconocer las señales físicas puede ayudarlos a apreciar los chistes de manera más efectiva o a comprender los tonos de conversaciones más serias.
2. Cómo hacer y responder preguntas
Hacer y responder preguntas son dos conceptos valiosos en el desarrollo del lenguaje.
La terapia del habla puede enseñar estas habilidades para que los niños puedan usarlas en la comunicación diaria al recopilar información y conectarse con otros.
La terapia del habla puede enseñar a los niños a reconocer y usar la entonación de la voz.
Otros métodos de aprendizaje facilitado cubren las seis palabras de pregunta más comunes: quién, qué, cuándo, dónde, por qué y cómo.
Estas indagaciones construyen una base sólida para hacer preguntas más complejas al interactuar con otros.
3. Habilidades de conversación
La terapia del habla puede mejorar una amplia gama de habilidades de comunicación para que un niño pueda intercambiar un flujo de comentarios y preguntas de ida y vuelta cuando interactúa con otros.
Aprender a escuchar, entablar una conversación y responder adecuadamente ofrece la oportunidad de cultivar relaciones significativas.
Los niños con autismo pueden beneficiarse enormemente de aprender a conversar en la terapia del habla.
Si bien las enseñanzas personalizadas pueden variar, algunas habilidades esenciales desarrolladas y practicadas en una sesión pueden incluir el fortalecimiento de los músculos de la boca, la mandíbula y el cuello y hacer sonidos del habla más claros para comunicarse mejor.
4. Comunicación no verbal
Algunos niños con autismo no pueden verbalizar sus pensamientos o respuestas.
Un terapeuta del habla puede enseñarle a un niño a usar imágenes para identificar las solicitudes que le hagan o que le hagan otras personas.
Otros aspectos importantes de la comunicación no verbal pueden incluir la práctica del contacto visual, hacer coincidir las emociones con las expresiones faciales y comprender los gestos.
El desarrollo de estas habilidades puede ayudar a un niño a recibir y transmitir mensajes en las interacciones cotidianas.
5. Aumento de la confianza
Una vez que un niño comienza a notar progreso en la terapia del habla, a menudo se puede ver un aumento en su motivación para seguir mejorando y aprendiendo.
La capacidad de comunicarse con los demás y sentirse comprendido proporciona independencia, alimentando su confianza.
Por ejemplo, un niño con un trastorno de la articulación o de la tartamudez que ve una mejora en su comunicación puede iniciar más conversaciones o participar en actividades sociales que antes evitaba.
El coraje y la autoestima para hablar en público mejora la capacidad de un niño para formar amistades y enfrentar los desafíos de la vida.
¿Cómo se evalúan y diagnostican el habla y el lenguaje?
La comunicación efectiva implica voz, fluidez y la articulación y pronunciación adecuadas de las palabras.
Un niño puede tener dificultades naturales para desarrollar estas habilidades.
En otros casos, la necesidad de mejorar el habla puede deberse a afecciones como lesiones cerebrales, paladar hendido, parálisis cerebral, accidente cerebrovascular y pérdida de audición o trastornos auditivos congénitos.
Si cree que su hijo podría beneficiarse de la terapia del habla, es mejor evaluar su habla y lenguaje desde el principio.
Un patólogo del habla y el lenguaje (SLP, por sus siglas en inglés) realiza una serie de pruebas para evaluar:
- Claridad del habla.
- Comprensión del lenguaje.
- Cuántos sonidos o palabras usa su hijo.
- Cómo la boca, la lengua y el paladar trabajan juntos al hablar o comer y tragar alimentos.
Después de una evaluación, un logopeda puede identificar si su hijo podría beneficiarse de la terapia del habla.
Juntos, usted y un especialista en idiomas pueden personalizar un plan para avanzar con los pasos siguientes.
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