Los primeros años de vida de un niño son críticos para su salud y crecimiento.
A veces, los retrasos en el habla, las lesiones y ciertas afecciones pueden afectar su desarrollo y sus capacidades físicas, mentales y emocionales.
Ahí es donde entra en juego la terapia del desarrollo para ayudar a enseñar habilidades esenciales para la vida, como comprender y resolver desafíos, desarrollar habilidades de afrontamiento, hacer cambios positivos y modificar comportamientos.
Qué esperar de la terapia del desarrollo
Sepa que la terapia no es una “solución rápida”.
Cada niño es único, por lo que sus tasas de progreso difieren significativamente.
Mientras que algunos progresarán rápidamente a través de cada sesión de terapia, otros pueden necesitar un poco más de tiempo para adaptarse, lo cual es perfectamente normal.
Puede esperar una serie de sesiones de terapia dependiendo de la tasa de progresión específica de su hijo.
Establecer metas con el terapeuta de su hijo es un excelente comienzo para la terapia de desarrollo.
Un conjunto claro de objetivos puede ayudar a determinar cómo medir el éxito y proporcionar una ruta de progresión clara.
Esbozar los objetivos le permite ver si esta relación específica de terapia pediátrica coincide con su hijo y le muestra cómo trabajar con el terapeuta de su hijo.
El camino hacia el éxito requiere trabajo.
Un terapeuta de desarrollo infantil puede proporcionar herramientas y orientación para discutir de manera constructiva la dinámica familiar como las relaciones, los comportamientos, las motivaciones y las actitudes.
Los terapeutas ayudan al niño y a su familia a reflexionar sobre estas dinámicas.
Es la colaboración entre el niño y la familia donde se lleva a cabo el verdadero trabajo.
La confidencialidad también juega un papel importante.
Dependiendo de su situación, objetivos y la edad del niño, las sesiones de terapia son confidenciales.
Este sentimiento proporciona un espacio seguro donde el niño se siente cómodo compartiendo sus pensamientos y sentimientos.
Algunos terapeutas pueden informar a los padres sobre lo que están trabajando o cómo pueden ayudar a apoyar a sus hijos en casa.
En otros casos, los padres pueden estar presentes durante la sesión de terapia, lo cual es común con los niños más pequeños.
Cómo apoyar a su hijo en la terapia pediátrica
La terapia pediátrica funciona ayudando a los niños a desarrollar, mejorar o recuperar las habilidades físicas, cognitivas y motoras, lo que puede aumentar su autoestima y confianza.
Saber qué tipo de terapia pediátrica requiere su hijo es esencial.
Por ejemplo, TLC Pediatric Therapy brinda apoyo integral de terapia pediátrica en Orlando, Florida:
- Apoyo de terapia del habla pediátrica: Este tipo de terapia ayuda con los desafíos de articulación, voz, lenguaje, fluidez, alimentación y deglución para ayudar al niño a comunicarse con éxito y seguridad.
- Apoyo de fisioterapia pediátrica: Esta terapia ayuda a los niños a superar los desafíos físicos y ofrece la capacidad de operar libremente y de manera segura al aumentar la fuerza, la movilidad y el rango de movimiento.
- Apoyo en terapia ocupacional pediátrica: El apoyo de la terapia ocupacional puede ayudar con la integración sensorial, las habilidades motoras finas, las habilidades de percepción visual, las habilidades motoras visuales y las habilidades de autoayuda para ayudar con las actividades diarias.
Entonces, ¿cómo puede un padre apoyar a su hijo en la terapia?
Estos siete consejos pueden ayudarlo a aprovechar al máximo la terapia para su hijo:
1. Sé un participante activo
Aunque la terapia pediátrica se centra principalmente en el niño, los padres también desempeñan un papel esencial en el proceso de curación de su hijo.
Ser un participante activo significa ser organizado y comprometido durante su visita al consultorio del terapeuta.
Limite las distracciones de su teléfono y otras tecnologías: el uso del teléfono móvil por parte de los padres se correlaciona con menos intercambios verbales y no verbales con su hijo.
La comunicación efectiva implica ser específico con ciertos temas, como los síntomas.
Dar respuestas vagas y amplias puede no proporcionar mucha información para el terapeuta.
En su lugar, sea específico con los síntomas físicos, del habla y otros síntomas sensoriales o cognitivos de su hijo y especifique la cantidad de tiempo que aparecieron estos síntomas.
Ser un participante activo le demostrará a su hijo que debe tomar en serio las sesiones de terapia.
Ir constantemente a las citas, llegar a tiempo y participar activamente durante las sesiones de terapia es un buen lugar para comenzar.
2. Mantén abiertas las líneas de comunicación
Al principio, comparta abiertamente sus expectativas y metas con el terapeuta para determinar cómo usted, su hijo y el terapeuta pueden apoyarse mutuamente y colaborar.
La comunicación honesta puede ayudar a determinar cómo su hijo puede trabajar mejor con el terapeuta, asegurando una experiencia fluida.
Establecer la mejor manera de comunicarse con el terapeuta para lograrlo.
Algunos terapeutas pueden sugerir que proporciones información sobre cualquier inquietud antes de una cita, mientras que otros pueden querer que te unas a las sesiones.
La comunicación con su hijo también es necesaria.
Dales la oportunidad de hablar si así lo desean.
Hacerles saber que estás ahí para ellos y que te interesa su progreso les permitirá decidir lo que se sienten cómodos compartiendo.
Si su hijo desea mantenerse solo, también está bien.
3. Ayude a generar confianza
Una relación de confianza entre cada persona involucrada en las sesiones de terapia es fundamental.
Hable con su hijo y explíquele por qué irá a terapia.
Ayude a su hijo a entender los objetivos de la terapia y que sus intenciones son buenas: afirme que no está en problemas y genere esa confianza.
Además, reconozca los miedos y preocupaciones de su hijo para que pueda ayudarlo a abordarlos.
Una base sólida de confianza entre usted, su hijo y el terapeuta puede conducir a resultados más positivos.
4. Evite juzgar o criticar
La terapia puede ser un desafío para usted y su hijo, y puede llevar a la frustración o al juicio de su parte.
Mostrar estas emociones negativas puede ser perjudicial para el éxito de su hijo.
Mantener las emociones negativas bajo control y retratar emociones genuinas, de apoyo y amorosas puede hacer que su hijo se sienta más cómodo compartiendo con usted y darle más confianza en la terapia.
Lo mejor es centrarse en los aspectos positivos, como el progreso de su hijo y la forma en que usted y el terapeuta le han ayudado hasta ahora.
5. Sé un buen oyente
La terapia puede implicar una comunicación abierta, pero escuchar es igual de vital.
Cuando un padre habla durante una cita, debe hacer preguntas abiertas, lo que permite que el niño o el terapeuta respondan de manera completa y reflexiva.
Escuche lo que se dice y cómo se dice, esto le ayuda a entender el punto de vista de su hijo.
Escuchar a tu hijo afirma que respetas, apoyas y valoras sus opiniones y pensamientos.
6. Permitir la autonomía
Fortalezca la autoestima y la independencia de su hijo permitiéndole oportunidades de autonomía.
Con una autoestima más fuerte, su hijo puede experimentar menos ansiedad a medida que crece.
Los enfoques más saludables para los desafíos de la vida son parte del proceso de terapia.
Evite forzar estas habilidades autónomas o involucrarse demasiado en las citas de terapia: permita que su hijo piense y hable por sí mismo.
Los padres pueden expresar sus preocupaciones, pero deben ser conscientes de no sobrepasar ni hablar por encima de sus hijos.
Confíe en que su hijo y su terapeuta determinarán cómo abordar ciertas cosas.
7. Sé honesto
La sala de terapia es un espacio seguro y fomenta las discusiones honestas.
Algunas cosas pueden ser difíciles de escuchar, pero en lugar de cerrar la conversación, trate de permanecer comprometido y consciente del panorama general, que es ayudar a su hijo emocional, física y mentalmente.
Sea honesto consigo mismo, con su hijo y con el terapeuta para aumentar las posibilidades de obtener resultados positivos.
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Aumente la independencia, la autoestima y las habilidades de comunicación de su hijo y ayúdelo a alcanzar los hitos del desarrollo a través de servicios de terapia profesional.
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