Autismo y discapacidades de aprendizaje

El trastorno del espectro autista (TEA) puede compartir muchos rasgos con los trastornos del aprendizaje, como la dislexia, la disgrafía y la discalculia, o ocurrir junto con ellos.
Lo mismo ocurre con los trastornos del aprendizaje no verbal, que pueden afectar las habilidades académicas y sociales de un niño.
Hasta el 10 por ciento de los niños tienen algún tipo de trastorno del aprendizaje. [i]

¿Es el autismo un trastorno del aprendizaje?

El trastorno del espectro autista no es un trastorno del aprendizaje, pero las personas con autismo pueden verse afectadas por un trastorno del aprendizaje.
El autismo puede tener efectos profundos en el desarrollo de un niño.
Debido a la amplia gama de presentaciones conductuales y cognitivas del autismo, diferentes niños con la afección pueden enfrentar una amplia variedad de desafíos.
Un niño con TEA puede sobresalir en la memorización, pero tener dificultades para comprender ideas más complicadas.
Otro puede encontrar desafíos significativos para aprender a hablar o problemas con la lectura y la escritura.

Otras afecciones, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), pueden contribuir a estos mismos tipos de trastornos del aprendizaje o imitarlos.
Dar sentido a la interacción y las diferencias entre todas estas condiciones puede ser difícil.
Sin embargo, el conocimiento de estas afecciones es importante para comprender las dificultades de aprendizaje de su hijo y cómo abordarlas con las modalidades de tratamiento adecuadas.

El impacto del autismo en el aprendizaje

El trastorno del espectro autista no es un trastorno del aprendizaje.
Sin embargo, el impacto del TEA en las habilidades verbales y lingüísticas, la interacción social, la función ejecutiva y el control motor pueden causar obstáculos significativos en el desarrollo del aprendizaje.
Los niños con TEA pueden desarrollar el lenguaje a una edad más tardía que los demás, usar el lenguaje de manera diferente en comparación con sus compañeros o puede que no se comuniquen con el lenguaje en absoluto.
El TEA también afecta la atención conjunta, el uso de señales sociales,  gestos y contacto visual para comunicarse con los demás, lo que tiene un profundo impacto tanto en el aprendizaje como en la socialización.[ii] Los niños con autismo pueden tener dificultades con los componentes motores de las habilidades comunes para la vida, como lavarse las manos.
También pueden tener dificultades para mantener su atención en una tarea determinada.
Las dificultades para comprender y seguir instrucciones, las dificultades del procesamiento sensorial y la incapacidad de establecer conexiones entre conceptos o ideas son otras dificultades que los niños con TEA pueden enfrentar con el aprendizaje.

El autismo también afecta la función ejecutiva.
La función ejecutiva consiste en comportamientos relacionados con la memoria de trabajo, el autocontrol, la organización, la gestión del tiempo y la planificación.
Un estudio comparó a individuos con TEA y un trastorno del aprendizaje con otro grupo, que tenía trastornos del aprendizaje, pero no TEA.
Encontró que el grupo con autismo “mostró un rendimiento deteriorado en las pruebas de memoria de trabajo y planificación”, lo que ilustra el papel del autismo en la disfunción ejecutiva. [iii] Las dificultades de la función ejecutiva afectan no solo el aprendizaje, sino todos los aspectos de la vida.

Dificultades de aprendizaje asociadas con el autismo

Trastornos comunes del aprendizaje: dislexia, disgrafía y discalculia

Los trastornos del aprendizaje “alteran el funcionamiento del cerebro de una manera que afecta los procesos cognitivos” relacionados con el aprendizaje.[iv] Una afección como la dislexia, por ejemplo, afecta la capacidad de una persona para leer a través de desafíos con el reconocimiento y la decodificación de palabras. [v] Entre el 5 y el 15% de los estadounidenses tienen dislexia.[vi] La dislexia no tiene ninguna relación con la inteligencia de una persona.[vii] Los trastornos comunes del aprendizaje incluyen la dislexia, que afecta la lectura; discalculia, que afecta a las matemáticas; y la disgrafía, que afecta a la escritura.

Todas estas condiciones pueden ocurrir independientemente del trastorno del espectro autista, o junto a él.
Los investigadores señalan que “los niños disléxicos pueden experimentar dificultades de procesamiento visual y auditivo, similares a la hiper o hiposensibilidad que a menudo se asocia con el TEA”.
Además, señalan, “algunos niños disléxicos también pueden tener fortalezas en áreas particulares, como el diseño, la lógica y las habilidades creativas” que pueden imitar enfoques similares en personas con TEA. [viii]

Discapacidades del aprendizaje no verbal

Hasta 1 de cada 25 niños tiene una discapacidad del aprendizaje no verbal (NVLD, por sus siglas en inglés).[ix] Las personas con un TANV generalmente no tienen problemas con la expresión verbal. En cambio, luchan con las habilidades visuales-espaciales. [x] Una discapacidad del aprendizaje no verbal puede causar desafíos con la interacción social al afectar la comprensión de las señales no verbales de un niño. Pueden tener dificultades para comprender las ideas o cómo se relacionan entre sí a nivel conceptual. Por lo general, las personas con un TANV tienen desafíos particulares en un área, como la conciencia visual o espacial o la función ejecutiva.[xi]

Con este tipo de signos, es fácil ver cómo tal condición puede superponerse con los signos conductuales y cognitivos comunes del trastorno del espectro autista.
Al igual que algunas personas con autismo, alguien con un TANV puede tener dificultades con las habilidades motoras, la organización y la comprensión de la comunicación no verbal y las situaciones sociales.
Existe un debate considerable sobre cómo una discapacidad del aprendizaje no verbal se relaciona con el TEA.
Si bien las dos condiciones pueden compartir signos, se consideran separadas.
No todas las personas que se considera que tienen un TANV cumplen con los criterios para el diagnóstico de TEA.
El TANV no aparece en la última edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos de Salud Mental, ya que aún no existe un consenso sobre sus características y definiciones específicas entre los profesionales.

El TDAH y su interacción con el autismo

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad, o TDAH, no se considera un trastorno del aprendizaje en sí mismo.
Sin embargo, puede interactuar con trastornos del aprendizaje, presentando numerosos obstáculos para el aprendizaje.
Con frecuencia ocurre junto con el autismo.
Los estudios han encontrado que entre el 30 y el 50 por ciento de los niños con TEA también muestran síntomas de TDAH. [xii] Algunos de estos signos conductuales incluyen hiperactividad, dificultades del procesamiento sensorial y dificultad para mantener la atención y la concentración.
Investigaciones recientes también han encontrado que los niños con TEA que exhiben rasgos de TDAH tienen más problemas con el comportamiento adaptativo.
Esto puede llevar a más luchas con la independencia. [xiii] Al igual que el autismo, el TDAH también afecta la función ejecutiva.
Esto puede inhibir el aprendizaje, ya que el enfoque sostenido, la planificación y la gestión del tiempo son cruciales para el rendimiento académico.

El impacto de los trastornos del aprendizaje en la salud mental

El autismo y los trastornos de aprendizaje concurrentes también pueden provocar problemas graves de salud mental.
Es común que las personas con trastornos del aprendizaje experimenten ansiedad, depresión y problemas de autoestima.
En un estudio, los niños con trastornos del aprendizaje reportaron “más soledad, más victimización y menos satisfacción social” en comparación con sus compañeros sin trastornos del aprendizaje. [xiv] Las personas con autismo también tienen un mayor riesgo de síntomas de ansiedad y depresión.[xv] Por lo tanto, cuando los trastornos del aprendizaje ocurren junto con el autismo, los niños pueden tener un riesgo aún mayor de problemas de salud mental.

Tratamiento para el TEA y los trastornos del aprendizaje

El tratamiento para la intersección del autismo y los trastornos del aprendizaje debe comenzar con el diagnóstico adecuado y la comprensión de las dificultades del niño.
Es importante consultar a un profesional médico, como un pediatra especializado en el desarrollo y el comportamiento, que pueda diferenciar entre las afecciones, comprender cómo interactúan e identificar las áreas de enfoque para la intervención.
La mayoría de los expertos están de acuerdo en que la intervención temprana es lo mejor para el tratamiento tanto del trastorno del espectro autista como de los trastornos del aprendizaje. [xvi] [xvii]

Las modalidades de tratamiento dependen de las condiciones y los desafíos únicos que enfrenta un niño, pero pueden incluir varias formas de terapia, como el análisis conductual aplicado.
Se pueden utilizar múltiples intervenciones de tratamiento en conjunto para abordar necesidades específicas.
Estos pueden incluir ayudas para el aprendizaje y adaptaciones que tengan en cuenta las circunstancias individuales.
La coordinación con profesionales médicos, terapeutas, proveedores educativos y otros cuidadores es la mejor manera de garantizar que su hijo reciba la ayuda que necesita para aprender, crecer y superar cualquier desafío de desarrollo que enfrente como resultado de su afección.