Cómo ayudar a un niño con autismo a comunicarse

El término “autismo” fue acuñado por primera vez por el psiquiatra suizo Eugen Bleuler, quien lo basó en la palabra griega autos, que significa ‘yo’.
Según Bleuler, las personas con autismo estaban ensimismadas en su propio mundo privado y eran casi inalcanzables desde el exterior.
El autismo no se entendía bien en estos días, y el término de Eugen fue el primero en tratar de describir la condición.
El término en sí mismo delata uno de los síntomas más obvios del autismo:  los problemas de comunicación.
En este artículo compartiremos cómo ayudar a un niño con autismo a comunicarse mejor.

Si bien algunos niños y adultos con autismo son No verbales, muchos otros pueden hablar, y de hecho lo hacen, pero luchan por comunicarse, no obstante.
Dicho esto, incluso los niños no verbales pueden aprender a comunicarse y usar un vocabulario limitado pero versátil y una variedad de tecnologías de asistencia modernas para interactuar con el mundo que los rodea, comunicar sus necesidades y deseos con las personas más cercanas a ellos, y convertirse en miembros importantes y contribuyentes de la sociedad, y llevar vidas satisfactorias.

Cada caso de autismo viene con su propio conjunto único de desafíos y consideraciones.
No existe un tratamiento único para todos, y los psiquiatras han pasado la mayor parte de un siglo tratando de encontrar las mejores formas de abordar el autismo e integrar a los niños con autismo en la sociedad.

En lugar de tratar de categorizar cada síntoma en su propia condición, el DSM-5 coloca a todas las personas con síntomas de autismo bajo la condición general de trastorno del espectro autista, que incluye a aquellos previamente diagnosticados con síndrome de Asperger, así como a los niños con formas de autismo que requieren mucho más apoyo.
A continuación se presentan algunos problemas comunicativos diferentes que a menudo surgen en los niños con autismo.

Dificultades de comunicación en el autismo 

Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de hablar de cuestiones de comunicación en el autismo es la naturaleza fundamental de la comunicación bidireccional.
Para la mayoría  neurotípico personas, la comunicación efectiva es una segunda naturaleza.
No nos lo pensamos dos veces sobre cómo y por qué nos comunicamos, y como habilidad, es algo natural.

Pero para los niños con autismo, falta ese uso intuitivo del lenguaje, los gestos y las habilidades auditivas.
Necesitan aprender, a un ritmo más lento, a usar imágenes, palabras, frases y gestos para emitir solicitudes, expresar sus opiniones, hacer preguntas, responder preguntas y expresar emociones.
Algunos niños con autismo desarrollan naturalmente un buen vocabulario, pero tienen dificultades para usarlo.
Otros no hablan hasta que crecen mucho más.
Los problemas incluyen:– Uso repetitivo de las mismas palabras.

  • Repetir palabras y frases que se escuchan en la televisión/YouTube.
  • Usar un tono extraño o una voz monótona.
  • Usar palabras inventadas (neologismos).
  • Pronombres y puntos de vista confusos.
  • Empujar o tirar de alguien para mostrarle algo.
  • Solo gesticular o usar objetos para comunicarse.
  • Lastimarse a sí mismo o hacer ruido/hacer un berrinche para llamar la atención, calmarse o tratar de escapar de una situación no deseada.
  • Desarrollar habilidades lingüísticas normales, aunque con varios años de retraso (retraso del lenguaje expresivo).
  • Desarrollar un vocabulario amplio,  pero solo en un enfoque / interés estrecho en particular.
  • Usar palabras sin ningún significado
  • Imitar lo que escucharon en otros lugares sin asociación (ecolalia, es decir, pedir dulces diciendo “¿quieres dulces?”).

Los diferentes niveles de autismo conllevan diferentes problemas de comunicación: por ejemplo, los niños con autismo no verbal son más propensos a mostrar arrebatos emocionales y rabietas y a depender de gestos y acciones físicas inapropiados o groseros para comunicarse.

Con el tiempo, pueden aprender naturalmente a usar ciertos objetos o un vocabulario limitado para comunicarse, pero sin la orientación y el entrenamiento adecuados, no pueden comunicarse de manera efectiva, lo que puede provocar frustración, autolesiones y otros comportamientos destructivos.

Incluso los niños con autismo de “alto funcionamiento” tendrán dificultades para captar o comprender las señales sociales, descubrir los matices y el significado del tono y el sarcasmo, o hablar en el mismo nivel de vocabulario que sus compañeros.
Pueden mostrar una habilidad extraordinaria en un campo estrecho, pero aún así se encontrarán confundidos sin el apoyo y el entrenamiento adecuados.

Las señales sociales presentan otro desafío para los niños con autismo, especialmente porque una parte importante de la captación de gestos sutiles y sugerencias comunicativas es el contacto visual, que realmente puede hacer que los niños con autismo sientan angustia y malestar físico.
Una teoría prevaleciente es que el autismo afecta la forma en que el cerebro percibe ciertos estímulos, y el contacto visual provoca una reacción intensificada en partes hiperactivas de la anatomía subcortical del cerebro, incluida la amígdala, creando una respuesta de miedo que se atempera en los niños neurotípicos.

Maneras en que los padres pueden ayudar a fomentar las habilidades comunicativas

Cada niño necesita su propio enfoque único.
Lo que funciona para un niño puede no funcionar necesariamente para otro, especialmente cuando se trata de diferentes temas.
Se recomienda a los padres que se comuniquen con un especialista desde el principio después del diagnóstico de su hijo y, en la mayoría de los casos, se recomienda encontrar un terapeuta del habla o un analista de comportamiento aplicado.

Hay muchas cosas que los padres pueden hacer para fomentar las habilidades comunicativas en casa, especialmente después de consultar con un profesional.
Una recomendación común es introducir señales verbales en el juego interactivo, comenzando simplemente narrando las actividades de un niño (ayudándoles a asociar sustantivos y verbos con las acciones que están realizando y los objetos con los que juegan, como ‘rodar la pelota’, ‘bloque en el hoyo’ o ‘giro del coche’).
Si a un niño le gusta comunicarse completamente con gestos, es útil hacer coincidir lentamente las palabras con los gestos, como decir “sí” con un movimiento exagerado de cabeza o “mirar” al señalar y mirar hacia algo.
Es importante que te tomes tu tiempo para ayudar a tu hijo a entender lo que significan ciertas palabras, en lugar de tratar de concentrarte en hacer que diga estas palabras.

La repetición es clave, así que asegúrese de aprovechar las oportunidades en situaciones cotidianas para enseñar una palabra, asociarla con un objeto o acción y repetirla tantas veces como sea necesario.
A su vez, dele a su hijo oportunidades para “llenar los espacios en blanco”, deteniendo una frase corta y esperando a que su hijo la continúe, o anímelo a usar sus palabras para pedir algo que no pueda alcanzar por sí mismo (como un juguete en un estante, o un dulce o bocadillo en particular).
Algunos especialistas pueden recomendar tecnologías de asistencia que ayuden a los niños no verbales a comunicarse a través de software de texto a voz y sustitutos de la comunicación verbal.

Por qué es fundamental la intervención temprana 

Cuanto antes reciba ayuda un niño, mejores serán los resultados.
Independientemente de si su hijo tiene un funcionamiento alto o bajo, o de cómo se manifiesta su autismo, es importante buscar el apoyo adecuado desde el principio para comenzar a establecer las rutinas y los ejercicios necesarios para ayudarlo a desarrollarse en un momento de su vida en el que sea más receptivo a las experiencias de aprendizaje y tenga más probabilidades de desarrollar habilidades que serán críticas para él más adelante en la vida.
La comunicación es especialmente crítica, porque los adultos con autismo también necesitan apoyo, y la capacidad de comunicar esa necesidad es muy importante.