Los niños y adultos con trastorno del espectro autista a menudo enfrentan numerosos desafíos sociales y de comportamiento.
Estos pueden incluir problemas de comunicación, como la incapacidad de comprender las señales sociales o la dificultad para aprender el lenguaje.
Muchas personas con autismo se enfrentan a dificultades del procesamiento sensorial, que pueden abrumarlas hasta el punto de experimentar crisis emocionales y físicas.
Uno de los problemas de comportamiento potencialmente más peligrosos que pueden ocurrir en los niños con autismo es la autolesión.
Las personas con autismo también pueden tener dificultades para aprender habilidades para la vida, como el entrenamiento para ir al baño.
La amplia gama de efectos que el autismo tiene en muchas áreas de la vida requiere tratamientos flexibles que se centren en las necesidades particulares del individuo.
Las formas modernas de Análisis Conductual Aplicado, cuando son realizadas adecuadamente por un profesional capacitado, se basan en esta filosofía.
Entonces, ¿qué es la terapia ABA para el autismo?
El término análisis conductual aplicado o ABA no se refiere a una técnica o metodología.
En cambio, el ABA moderno incluye una variedad de enfoques de tratamiento, con el objetivo de enseñar a los pacientes formas saludables de interactuar con su entorno.
Los practicantes contemporáneos de ABA reconocen que el tratamiento de pacientes con autismo no debe implicar la eliminación de comportamientos saludables que difieren de la “norma” establecida por la sociedad.
En su lugar, utilizan el ABA para fomentar el crecimiento de las habilidades sociales y conductuales de los pacientes.
También ayudan a los pacientes a minimizar los comportamientos que son disruptivos o hirientes, como las autolesiones.
Esto se logra a través de una serie de técnicas y métodos.
ABA para Habilidades de Comunicación
ABA moderno La terapia para el autismo se basa con frecuencia en la interacción social natural.
La atención se centra en responder a la comunicación y las señales del paciente en el momento, en lugar de impartir instrucciones rígidas.
Las sesiones de ABA aún pueden tener un enfoque distinto con objetivos específicos, pero el método para lograr estos objetivos no está escrito en piedra.
Por ejemplo, una sesión de ABA podría trabajar hacia el objetivo de aumentar la comunicación verbal.
El terapeuta puede establecer el entorno teniendo en cuenta los intereses del paciente, como incluir el juguete favorito de un niño.
Mientras trabaja en una habilidad relacionada, el niño puede distraerse y hacer gestos hacia el juguete.
El terapeuta utiliza este gesto como una oportunidad para promover la comunicación verbal.
El terapeuta puede pedirle al niño que solicite el juguete de una manera específica, utilizando el interés natural del niño como una forma de enseñar.
Esto se conoce como enseñanza incidental, una de las muchas facetas de la terapia ABA para el autismo.
ABA y conductas problemáticas
El ABA utiliza un enfoque conocido como análisis de antecedentes-conductas-consecuencias, o análisis ABC, para analizar y tratar las conductas dañinas.
Por ejemplo, las intervenciones basadas en antecedentes pueden ayudar a identificar las causas y los desencadenantes de las crisis en las personas con autismo.
Las crisis son abrumadoramente intensas para la persona con autismo y pueden resultar en daño físico para él o para otros.
Un enfoque de antecedentes-comportamientos-consecuencias para abordar las crisis se centraría en los desencadenantes emocionales y ambientales, o antecedentes, de una crisis.
Los terapeutas y los padres podrían encontrar formas de manipular el entorno físico y social para que se adapte mejor al paciente, minimizando así las posibilidades de futuras crisis.
Un terapeuta de ABA puede trabajar con el niño en mecanismos de afrontamiento o habilidades de comunicación que reduzcan el tipo de ansiedad y sobreestimulación que pueden conducir a las crisis.
Las consecuencias de una crisis, tal vez las respuestas de los padres en el momento, también pueden reforzar el estrés que siente un niño.
Un terapeuta de ABA puede determinar qué tipo de reacciones podrían estar contribuyendo a los comportamientos de crisis y ayudar a los padres y seres queridos a comprender cómo reaccionar de manera más adecuada.
ABA para el desarrollo de habilidades para la vida
El Análisis Conductual Aplicado se utiliza a menudo para ayudar a los pacientes a desarrollar valiosas habilidades para la vida.
Por ejemplo, algunos niños con autismo tienen dificultades para aprender a cepillarse los dientes o lavarse las manos.
Las técnicas de ABA, como el moldeado, el encadenamiento y el uso de ayudas visuales, pueden ser útiles en este caso.
Un practicante de ABA podría comenzar a enseñar a un niño a lavarse las manos “moldeando” o modelando un esquema del comportamiento.
El uso de una ayuda visual, como un gráfico o un video que describa los pasos del proceso, puede resultar beneficioso.
A partir de aquí, el niño puede comenzar con una aproximación muy vaga al lavado de manos.
Luego, el terapeuta trabajaría con el niño para acercarse cada vez más a los movimientos adecuados del lavado de manos.
Dividir la actividad de lavarse las manos en pasos, o “encadenar”, puede implicar abrir el grifo, poner jabón en las manos, hacer los movimientos de fregado adecuados, etc.
Al enfocarse en aproximar cada paso del proceso gradualmente, el niño o adulto con autismo puede eventualmente aprender a lavarse las manos por sí mismo.
Un practicante de ABA puede aplicar estos procesos a cualquier número de habilidades similares.
ABA y adaptación a las necesidades individuales
Las numerosas metodologías de tratamiento de ABA hacen que sea muy adaptable a las necesidades individuales.
Algunos niños pueden ser más receptivos en un entorno natural que en un entorno de tratamiento estructurado.
Muchos niños responden bien a los estilos terapéuticos que les permiten “tomar la iniciativa” en las sesiones, mientras que otros aprenden más rápidamente cuando el terapeuta dirige la actividad con un enfoque específico.
La terapia ABA para el autismo se puede adaptar a entornos grupales.
Sus herramientas se pueden utilizar en entornos basados en el juego en lugar de solo en el aula o en sesiones de terapia individual.
ABA también ha dado lugar a numerosos métodos terapéuticos, como el Entrenamiento de Respuesta Pivotal (PRT), el Modelo Denver de Inicio Temprano y la Enseñanza Incidental.
Estos métodos a menudo incluyen modificaciones y aspectos de otros campos terapéuticos, pero también incorporan muchas ideas fundamentales del ABA.
Debemos señalar aquí que PRT y Denver Model no están empleados en MySpot Care.
A través de todos estos enfoques, ABA se trata de ayudar a niños y adultos con autismo a alcanzar objetivos de comportamiento concretos.
La mejor manera de alcanzar estos objetivos depende de las necesidades únicas de cada individuo, por lo que los profesionales de ABA deben ser flexibles y elegir el estilo de tratamiento adecuado para cada persona.
La mayoría de los terapeutas contemporáneos de ABA entienden la necesidad crítica de reconocer y adaptarse a cómo las personas con autismo experimentan el mundo, no de luchar contra él.
Con este principio fundamental en mente, la terapia ABA puede ayudar a las personas con autismo a desarrollar habilidades sociales y para la vida sin tratar de encajarlos en un molde incómodo o borrar su individualidad.
En cambio, la terapia ABA les brinda las habilidades que necesitan para aprender y prosperar en nuevas situaciones a medida que crecen.